Un Paso Histórico hacia la Justicia Social y el Reconocimiento de los Pueblos Originarios y Afromexicanos
El pasado 18 de septiembre, la Cámara de Diputados dio un paso fundamental en la historia de nuestro país: con 492 votos a favor, se aprobó en lo general la reforma al artículo 2º de la Constitución en materia de derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos. Este cambio legislativo no es solo una reforma, sino un reconocimiento justo y necesario de los derechos humanos de millones de mexicanos que durante siglos han sido invisibilizados y marginados.
La lucha por la dignidad y el respeto de los pueblos originarios y afromexicanos no es nueva. Desde la época colonial, estos grupos han sido despojados de sus tierras, su cultura y su identidad. Han sufrido la exclusión, la pobreza y la discriminación sistemática. Pero hoy, con esta reforma, estamos empezando a saldar una deuda histórica con ellos. El Estado reconoce su carácter pluriétnico y multicultural, y se compromete a garantizar el pleno ejercicio de sus derechos individuales y colectivos.
¿Por qué es un derecho humano?
El reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas y afromexicanos no es un acto de caridad, es un derecho humano. Es la obligación del Estado mexicano proteger la identidad, las costumbres, lenguas, y formas de organización de estos pueblos. Este reconocimiento, además, está en línea con tratados internacionales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Garantizar los derechos de estos grupos no solo es una cuestión de justicia social, sino también de democracia. No puede haber una verdadera democracia en un país que no respeta y valora la diversidad de sus pueblos. La reforma al artículo 2º es, por tanto, un paso hacia la construcción de un México más inclusivo, en el que todas las voces sean escuchadas y todas las culturas respetadas.
Una deuda histórica que estamos saldando
El Partido del Trabajo ha sido un firme defensor de los derechos de los pueblos indígenas y afromexicanos. Creemos que esta reforma es un triunfo para ellos, pero también para todos los mexicanos que creemos en la igualdad, la justicia y el respeto por la diversidad. No podemos seguir construyendo un país basado en la exclusión de quienes han sido los guardianes de nuestras tierras, nuestras lenguas y nuestras tradiciones.
Este avance no es el final del camino, sino el inicio de una nueva etapa en la que seguiremos luchando por la implementación efectiva de estas reformas. No basta con modificar la Constitución, necesitamos políticas públicas que se traduzcan en cambios tangibles en la vida de los pueblos originarios y afromexicanos.
Desde el Partido del Trabajo, junto con nuestro Diputado Federal José Luis Sánchez González, reiteramos nuestro compromiso de seguir defendiendo los derechos de todos los mexicanos, sin importar su origen étnico o cultural. Porque solo así construiremos el México justo, libre y equitativo que todos merecemos.
¡Por un México pluriétnico y multicultural!
Esta columna resalta la importancia de la reforma constitucional aprobada y su impacto en la vida de los pueblos indígenas y afromexicanos, conectando los valores del Partido del Trabajo con esta lucha por la justicia social.
Enlace estatal de aire (PT) Jalisco
Lic. Leonor Vázquez Valeriano