Rendición de Cuentas: Una Oportunidad Mensuradora para el Cambio en Jalisco
Hoy los diputados del Partido del Trabajo (PT) Jalisco estuvimos presentes en la rendición de cuentas de la administración del gobierno saliente, un evento que debería haber sido un ejercicio de transparencia y autocrítica, pero que en la práctica dejó mucho que desear. Las respuestas —si es que se pueden catalogar como tales— dadas por las autoridades estatales ante nuestras inquietudes fueron insatisfactorias y revelan una falta de compromiso con la rendición de cuentas que los ciudadanos merecen.
Uno de los puntos más preocupantes que abordamos fue la alarmante situación de las desapariciones forzadas en el estado. Con cada caso que se suma a esta trágica realidad, se hace más evidente el fracaso de la administración en garantizar la seguridad de las y los jaliscienses. Estas desapariciones no son meros números en una estadística, son vidas perdidas y familias desgarradas. Y a pesar de los reclamos contundentes de nuestra bancada, no obtuvimos respuestas claras que indiquen un plan de acción efectivo para abordar esta crisis humanitaria. La evasión de este tema por parte de las autoridades no hace más que perpetuar el dolor y la incertidumbre en nuestra sociedad.
Asimismo, denunciamos con firmeza la corrupción que ha emanado de los corralones, donde los desvíos y la falta de fiscalización han permitido que unos pocos se beneficien a costa de lo que es de todos. El estado tiene la responsabilidad de gestionar sus recursos con integridad, pero cuando los mecanismos de control están ausentes, se abre la puerta a prácticas corruptas que socavan la confianza ciudadana. El silencio de las autoridades en este aspecto solo refleja que la cultura de la impunidad sigue imperando en Jalisco.
Otro tema de suma relevancia es el reciente incremento del 154% en la dependencia del Sistema Estatal Tributario, a apenas un año de su creación. Esta dependencia, que ha demostrado duplicar funciones con la Secretaría de Hacienda, ha resultado en un uso ineficiente de los recursos públicos. Es inaceptable que el 80% del gasto de esta dependencia se destine a nómina, dejando escasos fondos para los programas y servicios que realmente necesitan los jaliscienses. Es fundamental cuestionar si este gasto es proporcional a los beneficios ofrecidos a la población, y a día de hoy, la respuesta evidentemente es no.
Desde el PT Jalisco, no vamos a permitir que este tipo de prácticas continúen sin cuestionamiento. Nos hemos comprometido a ser la voz de aquellos que han sido ignorados y a señalar lo que está mal. No escatimaremos esfuerzos para denunciar lo opaco, las «nóminas gordas» que han contribuido a la erosión de la ética en el servicio público, y la peligrosa tendencia a privatizar los recursos que pertenecen a todos. La justicia social es uno de los pilares de nuestro partido, y es nuestra obligación combatir cualquier desvío que impida lograrla.
Es esencial que en Jalisco el gobierno sea verdaderamente responsable ante su ciudadanía. La rendición de cuentas debe ser un acto genuino, en el que los funcionarios se sientan obligados a explicar sus decisiones y a responder por sus actos. En un sistema democrático, la transparencia y la rendición de cuentas son herramientas fundamentales que permiten a los ciudadanos evaluar la gestión de quienes los representan.
La inacción y las justificaciones vacías no pueden seguir siendo la norma. Los ciudadanos tienen derecho a exigir respuestas claras y a recibir información veraz sobre la administración pública. El desinterés de las autoridades por abordar las preocupaciones legítimas de la población solo alimenta el descontento social y mina la confianza en las instituciones.
Es momento de que la administración saliente reflexione sobre su legado y reconozca que el verdadero cambio no solo implica discursos, sino una transformación tangible que beneficie a todos los sectores de la sociedad. En el camino hacia una Jalisco más justo y equitativo, el PT permanecerá firme en su labor de vigilancia y exigencia.
La lucha por la transparencia y la justicia no termina aquí. Seguiremos denunciando las anomalías, cuestionando las decisiones que afectan a la población y demandando que se priorice el bienestar de todos los jaliscienses por encima de intereses particulares. Hoy más que nunca, reafirmamos nuestro compromiso de ser el frente de quienes han sido olvidados y nuestros principios son la brújula que guiará nuestras acciones en el Congreso y más allá.
En conclusión, la rendición de cuentas nos ofrece la oportunidad de trazar un camino hacia la transformación que Jalisco necesita. No permitiremos que la falta de respuestas y el silencio se conviertan en la norma. La responsabilidad es de todos, pero hoy, más que nunca, la exigencia de un gobierno honesto y transparente recae en quienes tienen el deber de gobernar: que no olviden que están aquí para servir a la gente, no a sus propios intereses.