Infinitas gracias, presidente Andrés Manuel López Obrador
Hoy, México despide a un líder que ha dejado huella profunda en la historia moderna de nuestro país. El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador llega a su fin, y con él concluye un capítulo que transformó, desde sus cimientos, la vida política, social y económica de esta gran nación.
Quienes hemos tenido el honor de caminar junto a él en esta gran transformación, podemos dar testimonio de su incansable entrega, su compromiso inquebrantable con el pueblo y su visión clara de justicia y equidad para todos los mexicanos. En cada uno de los rincones de México se siente la huella de su mandato: desde la construcción de infraestructura emblemática hasta la creación de programas sociales que han cambiado la vida de millones de personas.
Uno de los logros más significativos de su gobierno ha sido la atención prioritaria a los sectores más vulnerables, aquellos que durante décadas fueron olvidados por las élites. Programas como la pensión universal para los adultos mayores, las becas para jóvenes, las inversiones históricas en salud y educación, así como la protección de nuestra soberanía energética, son solo algunos ejemplos de su inquebrantable lucha por un México más justo.
Pero su legado va mucho más allá de los programas y las políticas públicas. Andrés Manuel nos enseñó a no rendirnos, a resistir con dignidad y a creer en la posibilidad de una transformación real, de un cambio profundo en la vida política de nuestro país. Su liderazgo siempre estuvo al servicio del pueblo, nunca de los intereses económicos o las presiones externas, y por ello, hoy se le despide con respeto, cariño y admiración.
Como diputado y miembro del Partido del Trabajo, me siento profundamente agradecido de haber sido parte de este proceso histórico. He visto de primera mano cómo las políticas de este gobierno han beneficiado a mi estado, Jalisco. La apuesta por la primera infancia, la educación y el desarrollo local son parte del gran legado que López Obrador deja no solo a nosotros, sino a las generaciones futuras.
Termina una etapa, pero la Cuarta Transformación no se detiene. El camino que nos ha marcado está claro: continuar luchando por la justicia social, la igualdad y el bienestar del pueblo. Tenemos la responsabilidad de seguir construyendo sobre los cimientos que este gobierno ha sentado, para que México siga avanzando hacia un futuro más próspero, digno y justo.
Por todo esto, hoy no queda más que decirle a nuestro querido presidente: gracias, infinitas gracias. Gracias por su valentía, su entrega y su amor por México. Gracias por recordarnos que el poder no debe ser un privilegio, sino una herramienta para servir al pueblo.
Hoy se cierra un ciclo, pero su legado vivirá en cada rincón de esta tierra. ¡Que viva el presidente Andrés Manuel López Obrador, el mejor presidente de la historia moderna de México!
Dip. Federal Gonzalo Gómez Alarcón
Enlace estatal de aire (PT) Jalisco
Lic. Leonor Vazquez Vaaleriano
